Él espera detrás del muro, en un palacio de cristal, torturado. Fue forjado por las legiones de las lágrimas de los insomnes. Muerto y cubierto con una armadura tallada en el sufrimiento de las madres. En su mano derecha sostiene una estrella muerta; la vela, cuya luz es la sombra. Sus manos izquierdas manchadas con la sangre de los exiliados. Él canta la canción que pone fin a la tierra. El canto que confunde a los vivos, y perpetua la tortura de los condenados. Él quita los ojos, la ventana del alma, que pueden sentir... y sienten, nada más que dolor... pero una vez que los ojos se han eliminado, el alma se retira y con ella el sufrimiento. La cáscara de la vida es testimonio de la crueldad y la condenación eterna. No se puede detener...como el miedo, no se puede parar... no se puede parar lo que no puedes ver... Él es inseparable de la realidad, ya que existe detrás de su velo. Él espera detrás de la pared delgada que has construido en tu alma para librarte de él...pero ahora no ves, y no puedes detenerlo, y vendrá...y cantará la canción que pondrá fin a TU VIDA
Ya viene...
Ya viene...