La nebulosa del águila está cerca, de hecho, está en nuestra propia galaxia, a menos de 6500 años luz.

Para situarla en el cielo visible, se puede localizar dentro de la constelación Serpens. Es posible alcanzarla con el telescopio más básico.
Dentro de la lista de Messier es el número 16. Es decir, es el objeto de estudio (M 16), junto a un cúmulo denominado NGC 6611

Al igual que todo el universo que conocemos, esta se está separando de nosotros, concretamente a 64800 km/h, aunque es vertiginosa, la cifra solo tiene efectos apreciables en tiempos de años.

 Tiene más de 400 estrellas, en su general de sub-gigantes naranjas y estrellas amarillas, aunque siempre hay alguna enana blanca-azul y gigantes rojas.
El brillo de este magestuoso complejo es aproximadamente 1.000.000 de veces el brillo del sol.

Muy recientemente, se ha podido fotografiar con el telescopio Hubble, y el resultado es la imagen que acompaña a este texto.

Pero lo más asombroso de esta nebulosa, y por lo que es conocida, es por una región llamada Los pilares de la creación.Un lugar, donde, al igual que en las nubes de Oort, se crean contínuamente estrellas, y otras muchas mueren, liberando el polvo que las caracteriza. La imagen del fondo, que combina colores diferentes por la diferencia de materia presente ionizada en el espacio, muestra casi a la perfección los tres pilares. Y a la derecha, y la más asombrosa, el pilar retorcido, famoso en el universo entero.



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