Tarde

Tarde como tarde llega la cura al enfermo
llegaron tus palabras sobre el viento del invierno.
Tarde como tarde llegó la Luna a su cita
con el tímido sol de cada enero,
llegaron tus lágrimas a apagar las llamas del infierno.
Tarde llegaron tus ternezas y tus mejillas sonrojadas
como tarde llegan los consejos en las noches
enmarañadas por la soledad y el recuerdo;
tarde, pero tan tarde, que ya estaba muerto.  



Leave a Reply