Este está loco, diréis. Esta entrada se puede resumir a una sola frase: no se puede ver a través del tiempo, pensaréis. Entonces para que sigáis leyendo os diré que es posible ver a través del tiempo. Antes de nada es recomendable que echéis un vistazo, si no lo habéis hecho, a Viajes en el tiempo (I), para no perder el hilo de lo que aquí se expone. Así pues, comienzo con la primera mitad de esta segunda parte: No es razonable afirmar que se puede ver el futuro. Tampoco me es posible argumentar bien por qué, pero el hecho de ver exactamente algo que no ha sucedido, sin tratarse de hechos matemáticos (los más rigurosos), ya es bastante absurdo en sí.
Todo el conocimiento que tenemos, hasta el momento, sobre el futuro se basa en predicciones y estadística.
Muchos afirman tener "superpoderes" y poder ver el futuro a través de las cartas, bolas de cristal o posición de unos huesos de pollo mal cocinados. Demostrado sustancialmente está que las predicciones fallan. Este hecho nos hace descartar la primera teoría sobre viajes en el tiempo, ya que si la línea temporal fuese fija y existiese un destino, el hecho de conocer el futuro nos conduciría inexorablemente a acertar. Además, según la tercera teoría, podemos conocer un futuro, uno de tantos. El hecho de tomar una determinada acción u otra después de conocer el futuro hará que ese futuro cambie, luego de ser posible ver el futuro, habríamos cubierto una infinitésima parte de él, sirviendo la predicción para nada. La segunda teoría es de un tinte similar si la enfocamos hacia el futuro. Queda visto que a cualesquiera hipótesis temporales a las cuales se proyecte la posible visión futura, nos surgen indeterminaciones y contradicciones. Sin embargo, no hemos abordado todas las teorías, ni creo que fuese posible abordarlas, ya que existirán más y una podría explicar del todo este suceso. A mi parecer, la mente humana no está sujeta a las leyes probabilísticas matemáticas, así pues, es muy difícil acertar en algo que no conocemos, especialmente si se trata del futuro.
Una vez dejado elegantemente a un lado el laberinto mental que conlleva el futuro, pasemos a algo constatado y más interesante: Es posible ver el pasado.
Para que sirva de adelanto diré que es posible ver el pasado de otras cosas de una manera fácil y rápida, y, sin embargo, ver nuestro propio pasado con un margen de tiempo apreciable es algo sumamente improbable.
Lo que se va a exponer a partir de este punto parte de los postulados de la teoría relativista de Einstein, más concretamente, el que afirma que la velocidad de la luz es finita (3·10e8 m/s) y que no hay partícula capaz de superar dicha velocidad. Consideremos también que lo que vemos no es el objeto en sí, sino la luz que este emite y que captamos gracias a nuestros ojos, algo demostrado suficientemente por la óptica.
Consideremos por ejemplo una de mis estrellas favoritas, S Doradus.

S. Doradus  se encuentra a 180.000 años luz. Atendiendo al significado físico de velocidad, tenemos que la luz tarda 180.000 años en llegar de S Doradus hasta nosotros. ¿Qué quiere decir eso? Que cuando nosotros miramos con un telescopio a S Doradus, estamos viendo la estrella hace 180.000 años. Suponiendo que el tiempo es universal y transcurre de forma equivalente en dos puntos relativamente (de forma aproximada) quietos, estamos contemplando el pasado de la joya de Magallanes. De forma análoga vemos el pasado del Sol, solo que 18 segundos antes de su estado regular. Más generalmente, todo lo que vemos es el pasado del objeto, pero es tan ínfima la distancia que la despreciamos. Como corolario establecemos que con un telescopio lo suficiente potente y un objeto suficientemente lejano, podemos contemplar su pasado. Si hacemos caso de este procedimiento podemos ver rápidamente que así no podemos ver nuestro pasado: si nos alejamos lo suficiente de la Tierra como para ver el planeta unos años antes y así ver nuestro futuro, comprobaremos que lo que vemos (en caso de haber viajado a la misma velocidad de la luz) es cómo partimos, ya que el tiempo que tarda la luz en llegar a dicho punto lejano es el mismo que hemos empleado viajando. Para que este método funcionase, deberíamos viajar más rápido que la luz, y eso contradice la teoría de la relatividad. Pero si lo pensamos bien, con algo que actuase como un espejo nítido, a la distancia adecuada y orientado adecuadamente con un telescopio lo suficientemente potente, podríamos ver nuestro pasado.
Algo sumamente improbable, pero real.



3 Comments to “Viajes en el tiempo (II). Visión a través del tiempo.”

  1. Unknown says:

    Es la primera vez que visito tu blog y te felicito por estas dos últimas entradas. ¿Hay más partes? ¿Sobre qué irán, en caso de que haya? ¿Cuándo podremos leerlas? Enhorabuena también por no tener publicidad en un blog tan visitado, cuesta verlos ya así.

  2. Te agradezco enormemente que siendo la primera vez que pasas por aquí hayas dejado un comentario, de verdad, es un acto caballeresco y lo valoro mucho. Aparte de las dos redactadas y publicadas existe una tercera que he empezado hace bien poco pero que lleva en mi cabeza semanas. Tratará sobre la posibilidad de efectuar viajes en el tiempo (lo más lógico) y abarcará todos los puntos de la teoría de Einstein que traten sobre este tema así como paradojas conocidas y los límites de la física moderna en este campo. También irán incluidas múltiples referencias a todas las webs que me han servido de ayuda, a las escenas de las películas de las que he extraído la información y a las personas que me han ayudado a esto. Dependiendo de la extensión serán una o dos partes, quedando un total de 3 o 4 entradas consecutivas sobre esto, pero no descarto en un futuro volver a agarrar el tema.

  3. PD: Estará subida, si todo va bien, en un plazo máximo de una semana.

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